ALASKA Aventuras desde Juneau, la última frontera.

Exploramos esta región indómita, fundada hace apenas 100 años con la fiebre del oro, a bordo del  a bordo del Safari Endeavour, un crucero de lujo.

ALASKA
Alaska © Sergi Reboredo

Texto y Fotos: Sergi Reboredo

Alaska, con sus extensos parajes salvajes, es muy posiblemente el estado más bello de los Estados Unidos. Su nombre proviene de una palabra esquimal que significa «grandes tierras», palabra que sólo empieza a describir sus costas casi infinitas, sus innumerables entradas de agua y fantásticas cadenas montañosas cubiertas de nieve.

Desde el avión, y mucho antes de aterrizar, uno ya se hace a la idea de esta vasta e inconexa región.  Enormes cadenas montañosas nevadas, en las que la presencia humana es prácticamente nula. Conforme perdemos altura comienzan a vislumbrarse algunas cabañas de madera aisladas en los márgenes de los canales que conforman esta parte del Golfo de Alaska.

ALASKA
Alaska © Sergi Reboredo

Juneau, puerto de entrada

La ciudad de Juneau es la capital del estado federal estadounidense de Alaska y la única ciudad en los Estados Unidos que no tiene acceso por carretera y por lo tanto sólo se puede acceder a ella por vía aérea o barco.

Desde la ventana del hotel disfruto de vistas al puerto. Dos enormes cruceros permanecen atracados. La sensación es la de que hay más personas pernoctando en estos gigantescos barcos, que la población autóctona que pueda habitar en este peculiar pueblo.

El centro de Juneau queda justo entre el monte Juneau, el monte Roberts y el canal Gastineau.  Es un laberinto de calles estrechas, mezcla de edificaciones modernas, y pintorescas casas con rasgos arquitectónicos de principios del siglo XIX, heredadas de la época de los primeros días de las minas de oro en la ciudad. El muelle siempre está ajetreado con el bullicio de cruceros, barcas de pesca e hidroaviones que entran y salen. Un curioso autobús camuflado como tranvía, recorre los lugares más interesantes. Las calles South Franklin y Front, famosas antaño por alojar bares y burdeles para los mineros, son ahora galerías de arte que venden la artesanía de los nativos, tiendas de souvenirs y algún que otro salón decorado como antaño. El Red Dog es uno de ellos. Sus puertas son de dos hojas al más puro estilo lejano oeste. En su interior, como no podía ser de otra manera, todo es de madera. Varios rifles comparten protagonismo con osos, alces y varios venados disecados y colgados en la pared. La música country entretiene al publico mientras saborean botellines helados de Alaskan beer, la cerveza más famosa del estado.

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Alaska © Sergi Reboredo

A escasos 20 Km de la ciudad, se encuentra uno de los lugares más icónicos de la ciudad, el glaciar Mendenhall. El glaciar queda dentro del Bosque Nacional Tongass, el mayor bosque nacional de Estados Unidos, y los visitantes pueden ver cómo se desprenden los icebergs de sus caras congeladas, hacer senderismo o practicar kayak en el lago. El glaciar se derrite a pasos agigantados mientras saca a flote bosques ancestrales que han podido estar sepultados bajo el hielo más de 2.300 años. Para la comunidad científica el deshielo no es nada positivo, ya que puede acarrear entre otras muchas consecuencias negativas el calentamiento global e inundaciones en ciudades costeras. Elizabeth Arnett, mi guía local, tiene otro punto de vista. Para ella y para la mayoría de los habitantes de la zona, el deshielo de los glaciares supone, por un lado, mayor espacio verde que proporciona un hábitat mejor para la fauna local, y por otro lado, quien sabe si en un futuro no muy lejano, la posibilidad de conectar la ciudad con otros núcleos habitados de Alaska por carretera.

El Funicular de Goldbelt Mount Roberts es sin duda una de las mejores experiencias de la ciudad. Cuesta 33 US$ y te da derecho a subir y bajar tantas veces quieras. Parte de la zona baja de la ciudad y sube hasta los 1.750 metros de altitud. De subida, conviene situarse en la parte posterior, ya que está acristalado y las vistas mientras va subiendo son inmejorables. Una vez arriba varios senderos bien marcados recorren las montañas. En los alrededores viven unas 3.000 águilas llamadas de “cabeza blanca”.  También es fácil toparse con puerco espines, marmotas y quien sabe si con algún oso negro. Si te topas con ellos, las recomendaciones están por todas partes: hacer ruido, candar o hablar en voz alta mientras se camina lentamente y nunca salir corriendo. Por lo vito no esta tan difícil toparse con uno de ellos. Según explican, hace unos años, en una tienda de víveres de la ciudad tuvieron que cambiar la puerta automática después de que un gran oso negro entrara tranquilamente para aprovisionarse de marisco congelado. Al parecer no le importó que no fuera fresco!.

 

Safari Endeavour, la mejor manera de explorar los glaciares.

A diferencia del resto de cruceros que campan por estas tierras, y que parecen auténticas ciudades flotantes, el Safari Endeavour, de la empresa Un-Cruise ofrece a sus clientes cruceros de aventura, a bordo de pequeñas embarcaciones con capacidad máxima de 86 personas. Aquí prima sobretodo la cordialidad, las buenas maneras y la atención casi personalizada.

La primera parada nos lleva hasta el Glaciar Sawyer. Poco a poco van apareciendo por el agua los icebergs que van desprendiéndose del glaciar. Conforme avancemos los trozos de hielo van haciéndose cada vez más grandes y ocasiones llegan ocupados por las focas que descansas sobre ellos, o dan de amamantar a sus crías.

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Alaska © Sergi Reboredo

Navegamos hasta llegar hasta los estrechos fiordos de Tracy Arm y Endicott Arm. Ambos fiordos miden más de 48 km de largo y una quinta parte de su superficie está cubierta de hielo. Desde aquí es posible contemplar los espectaculares glaciares Sawyer, North Sawyer y South Sawyer, centenares de cascadas y algunos de los icebergs más grandes de toda Alaska. Mediante pequeños esquifes son acercamos a escasos metros de la lengua del glaciar. El estruendo que provoca al desprenderse una parte de él y caer al agua es ensordecedor. La brutalidad con la que cae es tal, que incluso provoca varias olas que hacen tambalear la embarcación. Según dicen, este fiordo es el hábitat de osos marrones y negros, ciervos, lobos y de infinidad de aves, aunque parece que hoy los únicos animales que deciden acercarse a nosotros son las focas.

Continuamos nuestro recorrido hasta el pasaje de Frederick Sound. Un lugar perfecto para observar las ballenas jorobadas, que saltan sin recelo a escasos metros de nuestra embarcación. Más adelante se encuentra el faro Five Fingers, situado en un pequeño islote rocoso. En las inmediaciones, cientos de lobos de mar campan a sus anchas en las rocas cercanas al agua.

Alaska © Sergi Reboredo

La Bahía de Baranof es un escenario de gran belleza, perfecto tanto para hacer kayak, como para hacer caminatas y explorar sus bosques milenarios en busca de un encuentro con el oso negro.

Y así llegamos a Glaciar Bay, una tierra que ha vuelto a nacer, ya que, hace tan solo 250 años atrás era  solamente un glaciar cubierto de hielo. Hoy en día es un laboratorio natural, una reserva de biosfera de las Naciones Unidas y un patrimonio mundial de la humanidad. Solo es posible llegar hasta aquí en hidroavión o en barco. Los rangers del parque nos acompañan por senderos marcados. La vegetación es exuberante y los árboles son tan altos que apenas se alcanza a ver las copas. Para hacerse una idea de cómo era esto antes, nada como caminar por encima de un glaciar, algo que intentamos hacer en Reid Glacier, y que no resulta nada fácil, ya sin piolets y crampones es demasiado fácil resbalar y caer al suelo. El día final de la exploración nos lleva hasta Icy Strait, el lugar perfecto para despedirse de las ballenas jorobadas.

COMO LLEGAR

La única manera de llegar a Juneau es hacerlo por mar o aire. Una vez en Anchorage, Fairbanks o Seattle, varios vuelos diarios de Alaskan Airlines enlazan con Juneau, la capital del estado.

Con Condor a Alaska. La aerolínea alemana fundada en 1956 ofrece 4 vuelos semanales a Anchorage y un vuelo semanal a Fairbanks desde Barcelona, Madrid y Bilbao con escala en su hub Frankfurt.

En 2014 remodelaron la cabina de su aviones de trayecto largo por completo  para poder ofrecer a sus clientes una experiencia de altos vuelos. Un nuevo concepto de iluminación, pantallas personales en cada asiento con un amplio programa de entretenimiento a bordo y asientos reclinables 170° en Business Class harán volar el tiempo del viaje. www.condor.com

CLIMA 

Dada la situación geográfica de Alaska, su invierno es muy extremo de modo que la temporada “viable” para visitar el estado es muy corta: desde mayo a septiembre. Durante estos meses las temperaturas son más suaves y todos los parques nacionales permanecen abiertos para ver fauna, glaciares y disfrutar de los trekkings. Los días de verano y las noches de invierno son muy largas en estas altas latitudes. Si viaja más al norte de Alaska, los días de verano pueden llegar a durar 22 horas. Los nativos de Alaska la llaman «la tierra del sol de medianoche». Igualmente largas son las noches de invierno, que a menudo traen despliegues espectaculares de luces celestiales en movimiento conocidas como Aurora Borealis.

DONDE DORMIR

Westmark Baranof Hotel Juneau. 127 North Franklin Street, Juneau, AK 99801. Indiscutiblemente es una de las mejores opciones que puedes encontrar en Juneau, que no son muchas. Es un tres estrellas que cuenta con todas las facilidades y además esta en el centro del pueblo, muy cerca del muelle. Es el hotel que utilizan algunas empresas de cruceros para alojar a sus clientes el día previo a la salida. Las habitaciones cuestan unos 160 US$.

Alaska’s Capital Inn Bed and Breakfast 113 West Fifth Street, Juneau, AK 99801 Esta mansión histórica restaurada de la época de la fiebre del oro está situada frente al edificio Alaska State Capital y cuenta con mobiliario moderno. Su precio ronda los 250 US$, pero es la mejor valorada por los clientes.

Silverbow Inn 120 2nd Street , Juneau, AK 99801 Esta posada ofrece bañera de hidromasaje en la azotea y está situada en el centro de Juneau, a menos de 5 minutos a pie del muelle de cruceros y del Adventure Bound Alaska, donde se organizan excursiones por la naturaleza. Sus precios rondan los 100 US$.

 

MÁS INFORMACIÓN

Travel Juneau:  http://www.traveljuneau.com

Un-Cruise Adventures:  http://www.un-cruise.com 

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